miércoles, 10 de octubre de 2012

La moda se adapta a una guerra



 
En época de guerras y crisis muchos ámbitos de la vida cotidiana de los seres humanos suelen sufrir cambios tanto positivos como negativos. Aunque la moda o la vestimenta se considera que es  un tema superficial y sin mayor interés,  también es un ámbito o una industria que se ve afectada de diferentes formas ante un acontecimiento histórico.

La Primera Guerra Mundial y La Segunda Guerra Mundial en específico, fueron acontecimientos que marcaron una trascendencia fundamental de las tendencias y de las siluetas de la indumentaria femenina que evolucionaron entre los años de 1910 y 1930. Este ultimo acontecimiento, ayudó a sustentar aun más, la idea de una liberación y una supuesta rebeldía de la mujer, tema del que tantas veces se ha hablado anteriormente.

los problemas sociales y violentos que se presentaron entre países europeos y posteriormente con Estados Unidos crearon diferentes limitaciones en las comunicaciones y en el comercio formal, por lo que luego se produjo una escasez de insumos, de fibras naturales y de artículos de lujo, obligando a la gente a reestructurar sus pensamientos y modos de vida,  así que era necesario eliminar lo incensario y empezar a tener en cuenta la funcionalidad y durabilidad de cada prenda.

Al parecer todos los problemas por más malos que sean traen cosas positivas y reflexivas y es que gracias a esa escasez que en un principio era tan traumática, se creó un desarrollo en la industria del vestido, incentivando a los fabricantes para innovar en materiales y en formas. como por ejemplo la desaparición que tuvieron las medias de seda, que fueron suplidas en un principio por las de rayón para luego pasar a ser de nylon. Aunque tiempo después este ultimo material, también empezó a escasear y luego desapareció.

Los diseñadores y las revistas de esa época haciendo gala de lo que a ellos nunca les hace falta: la creatividad. Buscaban reducir los volúmenes de las faldas y de los sombreros  de manera novedosa y que fuera aceptada por la alta sociedad. Se refugiaban en los artículos que empezaban a circular por la publicación Harper´s Bazaar, en los cuales resaltaban las nuevas necesidades de la humanidad o de la mujer, también hacia énfasis en la durabilidad y en la calidad de la ropa,  para que luego se pudieran usar en diferentes estaciones climáticas.

Se dice que la mejor solución fue creada por los estadounidenses quienes se motivaron a confeccionar prendas que podían combinarse de diferentes formas para dar resultados de una nueva apariencia. Para las mujeres de los años 40´s dos pantalones, dos faldas y dos chaquetas proporcionaban cuatro pintas diferentes y si se tenían más de dos blusas se podían hacer maravillas con sus vestimentas.

Lo cierto es que la guerra extendió la miseria por toda Europa y con ello las  necesidades que ésta empezó a crear. Muchas casas de moda desaparecieron, obligadas a cerrar sus puertas por la escasez de materias primas y el empobrecimiento de una clientela en escape. Entre ellas, dejaron un hueco inolvidable Mainbocher y Vionnet. Poco a poco se fue imponiendo una moda absolutamente dominada por las circunstancias que rigen al mundo.

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