jueves, 25 de octubre de 2012

UN HOMBRE CON GUSTO NEGRO, INTENTÓ REVELAR SU LADO BLANCO


“la moda no sólo estaba hecha para embellecer a las mujeres, sino también para darles seguridad y confianza, y permitirles asumirse”. Yves Saint Laurent

En estos momentos mi alma solo respira recuerdos y algo de tristeza de aquel hombre genio que ayude a nacer, a reproducirse y de alguna manera a morirse. Fui el típico hombre parisino que se codeaba con la alta sociedad parisina, el que vivía entre cafés y eventos de artistas. Siendo sincero y sin mayor arandelas, Fui Pierre Bergé ese precursor y supuesto manager que había descubierto en una persona desconocida ese ingrediente único de talento, aquello que es tan buscado a la hora de cazar un nuevo talento en una industria voraz, como la moda.

Yves Saint Luarent, fue mi amigo lejano, porque mientras él había nacido en Orán Argelia Francia en  1936,  yo había nacido al otro extremo del país en Arceau, isla de Oléron en el año 1930. Yo era mayor que Yves y más experimentado,  aunque la edad para nosotros siempre fue lo menos importante en nuestra relación. Lo cierto es que éramos franceses y teníamos muchas cosas en común que estábamos dispuestos a compartir.

Algo común que había entre los dos eran nuestra familias, regidas bajo el mismo tipo de formación: íntegra y acartonada, aquella que se basa en implantar en todo momento un pensamiento ultra conservador, que para nosotros por ese tiempo y por nuestra juventud desenfrenada nos parecía enormemente aburrido. En ese núcleo familiar todo se debía hacer tal cual como ellos lo pedían, un ejemplo es cuando el padre de saint Laurent, lo quería obligar a estudiar derecho, algo que fuera formal y para ese tiempo muy rentable. Sin embargo el ya tenia claro lo que le apasionaba y en lo que realmente era bueno.

Su apoyo fundamental e incondicional nació a raíz de que su madre era una dama con un exquisito gusto, lo que recuerdo de ella es que me inspiraba respeto porque a partir de su estilo y de su vestimenta lograba ser de la alta alcurnia, creo que tenía raíces aristócratas. Su mamá junto con sus hijas, las hermanas de Yves Saint Laurent, se dieron cuenta lo valioso que era él como persona y que su talento debía ser algo que se convirtiera en parte de sus características, de sus habilidades y de su alma.

Yo encontré esa mina de talento después de haber visto un desfile de Dior, Christian había sido mi amigo por mucho tiempo, aunque debo confesar que parte de su trabajo no me parecía relevante y diferenciador para lo que se veía venir en esa época de cambios. Así que, después de haber culminado el show y de haber visto un imponente trabajo, escuche: ¡es un resultado excelente y gratificante!, aquel comentario venia de todos los que se encontraban en primera fila. Decidí no esperar más y pararme de mi silla, salí a buscar en el camerino al autor de semejante obra de arte, con tan sólo verlo y acercarme a él supe que más adelante sería un personaje ineludible dentro del gremio parisino.

Después de entablar muchas conversaciones y de haberlo conocido un 60%, le hice saber que quería ayudarlo y que quería ser parte de su universo creativo. Para ese entonces Yves Saint Laurent estaba buscando apoyo en todo sentido, ya que acababa de salir del ejercito, tema que le había ocasionado quedarse sin trabajo y sin una estabilidad emocional y económica en su vida. Y yo sabia que debía estar ahí para él, así que poco tiempo después empezamos nuestra propia empresa en compañía de un aburrido empresario estadounidense llamado Mack Robinson.

Una vez conformada la marca decidimos que debía llevar el nombre de mi querido amigo, Yves Saint Laurent, ya que él iba a ser el espíritu y esencia que estaba detrás de un vestido o más bien de un estilo de vida, que más adelante como grandes soñadores ese estilo lo convertiríamos y lo posicionaríamos como un icono en todo el mundo.

Ahora en lo que teníamos que pensar era en lo que se veía venir, y es que para poder ser exitoso y dejar huella en la historia de algo, debíamos proponer y reestructurar identidades estéticas de la mujer y de la vestimenta. De modo que, sin lugar a dudas el que debía reformar, innovar e imponer nuevos estilos y nuevas identidades era Yves Saint Lauren.  Él en gran parte de su juventud y del tiempo en el que estuvo trabajando como mano derecha de Dior, vivía reprochando el hecho de que no lo dejaban ser libre y de no poder trabajar a su modo. Ahora mismo recuerdo una de sus frases: “Existen obstáculos y dificultades que obligan a desear aún más eso que suele tildarse como imposible”.

Este genio que en un principio se mostraba introvertido y algo confundido, empezaba a definir cada vez mas su estilo trabajo y lograba caracterizarse entre las mujer como el hombre del color negro. Pensándolo bien y conociéndolo profundamente creo que esa especie de apodo le caía como anillo al dedo,  porque no sólo de ese color estaba definida su ropa sino que también su alma y su corazón, que con el paso del tiempo se empezaron a manchar de ese color, un tono que él mismo lo definía como contundente y misterioso pero dramático al mismo tiempo, y así era el.

Ya habíamos sido señalados y juzgados por los grandes críticos de la moda por el hecho de redefinir y adaptar el traje del hombre en la silueta de una mujer, mi amigo en sus presentaciones proponía con los diseños y con la imagen de sus modelos una apariencia andrógina de la mujer, todo el tiempo buscaba un yuxtaposición entre los géneros y los cánones tradicionales de la vestimenta.

En un principio no fue fácil, las criticas malas o en desacuerdo asechaban a Yves Saint Laurent, quien no puedo aguantarse, esto lo llevo a deprimirse y a mostrar su lado más sensible, para él esta etapa de su vida no fue fácil ya que después de esto y de sentirse solo, empezó a usar algunos tranquilizantes y somníferos. Yo en ese momento no sabía que hacer, así que para animarlo y sacarlo de sus ideas denigrantes hacia si mismo,  le recordé que lo único que teníamos que hacer era esperar,  para que esa creación e invención que se había hecho tan polémica en un principio, con el paso del tiempo se volviera en algo aceptado y alabado entre la sociedad.

Lo que si recuerdo con exactitud, fue lo ultimo que le dije antes de abandonarlo: debes estar preparado y reencontrado contigo mismo, para cuando ese ideal de nueva mujer y de nueva vestimenta sea lo que te convierta en algo así como el como el Rey de la Moda.

jueves, 18 de octubre de 2012

Nueva forma de comunicación se apodera de la moda.


Muchas cosas buenas y malas se han dicho sobre la moda colombiana, cosas tales como: suele caer en las imitaciones y copias de los grandes diseñadores internacionales, que tal vez es muy criolla o vulgar, o que simplemente se cuenta con insumos de alta calidad pero no con el talento para el diseño o la innovación. Esto es lo que normalmente suelen pensar aquellos que desconocen de fondo lo que realmente es una gran industria para el país y que  sin mayor justificación siguen categorizando la industria fashion como algo superficial.

Lo cierto es que hay una ola de nuevos talentos y de nuevas personas, que ponen por lo alto a través de sus conocimientos y de sus trabajos, a este sector que hoy en día es inevitable tener en cuenta. Se habla de una moda global, las nuevas tendencias llegan a cualquier parte del mundo y es así como Colombia, empieza a considerar la moda como un sector importantísimo que tiene influencias en la sociedad, en la cultura, en la economía y hasta en la política.

Muchos eventos de moda han empezado a bombardear las diferentes ciudades, empezando a tener gran importancia y un crecimiento constante, gracias a estos shows han crecido y se han fortalecido esas personas que son apasionados que comentan y saben de moda, que ven su trabajo como algo que tiene un sentido social. Aquellas personas son los famosos periodistas y bloggeros que se toman los websites para disponerles a sus fieles seguidores una selecta información, que enseña y nutre sobre lo que realmente pasa en la industria Colombiana.

Gracias a aquellos precursores de portales tales como: Fashion Radicals, que es dirigido por la experimentada y visionaria periodista de moda Catherine Villota, se  logra que los colombianos se enteren, disfruten y se sientan más cercanos a las tendencias locales. Y es que  muchas personas no se dan cuenta fácilmente, porque no tiene el acceso, de lo que esta pasando cada temporada; que diseñadores hay nuevos o que fotógrafo hizo una nueva editorial. Lamentablemente gran porcentaje se encuentra desinformado o mal informado. 

El secreto de estos portales que son cada vez más famosos en Latinoamérica, es que cada uno debe tener un ingrediente diferenciador de los demás, la idea es que cada quien sea autentico y tenga un punto de vista sustentado en cosas verídicas y del mundo real. “Esto no se trata de calificar algo como bueno o malo, feo o bonito, sino que más bien, las personas tengan un criterio establecido” Catherine Villota.

En definitiva la clave para el éxito de este tipo de sitios, es la constancia y la disciplina para que posteriormente tomen fuerza y logren ser reconocidos. De esta manera con el paso del tiempo, este tipo de personas se merecen, por ejemplo, un puesto en la primera fila de un desfile o que simplemente cuando den un comentario acerca de los diseñadores o tendencias sea respetado y validado.

miércoles, 10 de octubre de 2012

La moda se adapta a una guerra



 
En época de guerras y crisis muchos ámbitos de la vida cotidiana de los seres humanos suelen sufrir cambios tanto positivos como negativos. Aunque la moda o la vestimenta se considera que es  un tema superficial y sin mayor interés,  también es un ámbito o una industria que se ve afectada de diferentes formas ante un acontecimiento histórico.

La Primera Guerra Mundial y La Segunda Guerra Mundial en específico, fueron acontecimientos que marcaron una trascendencia fundamental de las tendencias y de las siluetas de la indumentaria femenina que evolucionaron entre los años de 1910 y 1930. Este ultimo acontecimiento, ayudó a sustentar aun más, la idea de una liberación y una supuesta rebeldía de la mujer, tema del que tantas veces se ha hablado anteriormente.

los problemas sociales y violentos que se presentaron entre países europeos y posteriormente con Estados Unidos crearon diferentes limitaciones en las comunicaciones y en el comercio formal, por lo que luego se produjo una escasez de insumos, de fibras naturales y de artículos de lujo, obligando a la gente a reestructurar sus pensamientos y modos de vida,  así que era necesario eliminar lo incensario y empezar a tener en cuenta la funcionalidad y durabilidad de cada prenda.

Al parecer todos los problemas por más malos que sean traen cosas positivas y reflexivas y es que gracias a esa escasez que en un principio era tan traumática, se creó un desarrollo en la industria del vestido, incentivando a los fabricantes para innovar en materiales y en formas. como por ejemplo la desaparición que tuvieron las medias de seda, que fueron suplidas en un principio por las de rayón para luego pasar a ser de nylon. Aunque tiempo después este ultimo material, también empezó a escasear y luego desapareció.

Los diseñadores y las revistas de esa época haciendo gala de lo que a ellos nunca les hace falta: la creatividad. Buscaban reducir los volúmenes de las faldas y de los sombreros  de manera novedosa y que fuera aceptada por la alta sociedad. Se refugiaban en los artículos que empezaban a circular por la publicación Harper´s Bazaar, en los cuales resaltaban las nuevas necesidades de la humanidad o de la mujer, también hacia énfasis en la durabilidad y en la calidad de la ropa,  para que luego se pudieran usar en diferentes estaciones climáticas.

Se dice que la mejor solución fue creada por los estadounidenses quienes se motivaron a confeccionar prendas que podían combinarse de diferentes formas para dar resultados de una nueva apariencia. Para las mujeres de los años 40´s dos pantalones, dos faldas y dos chaquetas proporcionaban cuatro pintas diferentes y si se tenían más de dos blusas se podían hacer maravillas con sus vestimentas.

Lo cierto es que la guerra extendió la miseria por toda Europa y con ello las  necesidades que ésta empezó a crear. Muchas casas de moda desaparecieron, obligadas a cerrar sus puertas por la escasez de materias primas y el empobrecimiento de una clientela en escape. Entre ellas, dejaron un hueco inolvidable Mainbocher y Vionnet. Poco a poco se fue imponiendo una moda absolutamente dominada por las circunstancias que rigen al mundo.